Para Vanessa Bauche, actuar nunca ha sido solo interpretar un personaje. Es un acto de conciencia, una herramienta para “desnormalizar las violencias” y dar visibilidad a las historias que, aunque reales, pocas veces tienen espacio en la narrativa audiovisual. Su más reciente trabajo en la segunda temporada de la serie Juegos interrumpidos, disponible en ViX, es, en sus propias palabras, “el mejor de su carrera”.
La serie, producida por TelevisaUnivision, representa un parteaguas al incorporar por primera vez el mazateco como hilo conductor narrativo. Este idioma originario no solo teje la historia, sino que conecta a los personajes con su memoria emocional. “El tema del canto, de la lengua madre, es lo que permite que la historia avance. Es algo profundamente poético”, explica Bauche, quien fue entrenada en la lengua por una hablante nativa convocada por el antropólogo Héctor Santaella.
Un homenaje a las madres y a la resistencia
Vanessa interpreta a Victoria, una madre indígena marcada por la pérdida y el dolor, y cuya historia toca varios ejes sociales: la trata de menores, la violencia de género, la salud mental infantil, y la defensa de los pueblos originarios. “Fue un regalo de Dios poder abrazar tantas causas sociales desde este personaje”, comparte conmovida. La actriz subió 12 kilos para un rol previo y en esta ocasión volvió a transformar su físico, con el objetivo de alejarse de cánones estéticos y entregar una actuación profundamente humana.
“En México, las actrices no trabajamos mucho la caracterización porque hay una exigencia aspiracional constante. Pero yo creo en los personajes reales. No quiero ser una caricatura. Quiero honrar las vidas que inspiran estas historias”, afirma Bauche, quien también destaca el compromiso ético de todo el equipo detrás de la serie.
La primera serie mexicana con lengua indígena como protagonista
Además de su potente trama policial, Juegos interrumpidos se atreve a algo inédito en la televisión mexicana: poner en el centro una lengua originaria y su música. “Imagínate lo que significa que una plataforma como ViX apueste por esto. La canción de cuna en mazateco que aparece en la serie no es solo un recurso narrativo, es una memoria sonora del corazón”, dice la actriz.
El término “inakatechiri”, que en mazateco significa “Dios contigo”, sustituye el simple “gracias” y, para Bauche, resume el espíritu de la serie: “Es una bendición poder decirle al público que esta historia es para ellos, un tributo a las madres buscadoras, a las mujeres trabajadoras, a todas las que sostienen a esta nación con su amor”.
Un llamado a la acción desde la ficción
La serie no solo emociona; también moviliza. Cada episodio cierra con cápsulas informativas respaldadas por Save the Children y otras organizaciones. “Esto es lo que en Estados Unidos llaman call to action projects, como 13 Reasons Why, que abrió un debate sobre el suicidio adolescente. Aquí, con Juegos interrumpidos, hablamos de la trata infantil, el bullying, la terapia, el gaslighting, la salud mental”, señala Bauche.
Pero advierte que en México aún falta madurar el debate en redes sociales y plataformas: “Todavía lo consumimos todo desde el ‘me gusta’ o ‘la odio’. Nos hace falta reflexionar más sobre los temas que vemos”.
Entre lágrimas y esperanza
Ver la serie ha sido para ella una experiencia emocional. “La terminé de ver de madrugada, no podía parar de llorar. La fotografía, las actuaciones, el arte, la dirección, todo está hecho con tanto amor”, cuenta. Y cierra con un mensaje para el público: “Esta serie eleva el nivel del espectador. Si no respondemos, si no hablamos de esto, difícilmente las plataformas seguirán apostando por estas historias”.
Con más de 25 años de labor social y artística, Vanessa Bauche vuelve a recordarnos que el arte, cuando se hace con verdad, puede ser el lenguaje más poderoso para sanar, transformar y recordar quiénes somos.