Pese a que la industria audiovisual cuenta con cada vez más mujeres (en el sector fílmico, por ejemplo, casi la mitad de la fuerza de trabajo está constituida por mujeres, según el Anuario Estadístico de Cine del Instituto Mexicano de Cinematografía), sobrellevar la maternidad y el desarrollo profesional es uno de los mayores desafíos que enfrentan las trabajadoras en esta y otras industrias.
Aunque durante las últimas décadas ha habido cambios radicales en términos de la participación profesional y económica de las mujeres, no ha sucedido así en lo doméstico. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en México ellas dedican más del doble del tiempo (24.1 horas a la semana) que los hombres (11.5 horas) al cuidado de hijas e hijos.
La sobrecarga en los cuidados por el estereotipo de género que pesa sobre las mujeres impide que muchas puedan desarrollarse y crecer profesionalmente. Quienes lo han logrado coinciden en que, para ello, es necesario construir redes y hacer comunidad: el apoyo de vínculos cercanos, la ayuda pagada de otras mujeres y empresas con políticas sensibles a los retos de la maternidad son aspectos clave para que puedan explotar su talento y disfrutar sus vidas como madres.
Entrevistamos a tres mujeres destacadas en su ramo sobre la manera en que han logrado conciliar la crianza con la pasión por su carrera profesional.
“Ser madres presentes y dedicadas no limita nuestra capacidad para liderar con empatía y tener éxito”, Claudia Varela, ex CEO de Play Station Latam North
Los desafíos para quienes somos mamás y ejecutivas en el mundo del entretenimiento y la tecnología en Latinoamérica son diversos y constantes. La cultura laboral en la industria del entretenimiento puede ser intensa y demandante; los horarios laborales van más allá de las jornadas de 9:00 a 6:00 y, en muchos casos, se requiere viajar de manera frecuente.
En un mundo tan competitivo como el del entretenimiento, la presión por mantenerse relevante es continua. A veces cumplir con todo y con todos puede provocar estrés y cansancio, además de que en algunos casos implica perderse de momentos importantes con la familia.
También enfrentamos desafíos relacionados con la percepción y los estereotipos de género en la industria. A menudo se espera que las mujeres ejecutivas sean duras y que estén completamente enfocadas en su carrera. Es importante desafiar estos estereotipos y demostrar que ser madres presentes y dedicadas no limita nuestra capacidad para liderar con empatía y tener éxito en el negocio del entretenimiento. Al contrario, nos impulsa para hacer mejor ambas cosas.
Los proyectos y las responsabilidades que las madres ejecutivas encaramos día a día, tanto en el trabajo como en la vida personal, requieren una gran dedicación, organización y preparación. Una de las ventajas de ser madre es que nos volvemos creativas y pensamos en soluciones para estar presentes tanto en el trabajo como en la casa.
En los últimos años hemos visto cambios significativos para las mujeres que son madres en la industria del entretenimiento en Latinoamérica. Antes eran discriminadas por querer ser mamás mientras buscaban desarrollarse profesionalmente. Además, la cultura laboral impedía alcanzar posiciones de mayor responsabilidad y liderazgo. Hoy hay una mayor conciencia sobre la importancia de la diversidad y la inclusión en beneficio de las empresas. Esto ha logrado que internamente mujeres y madres en general puedan contar con mayor apoyo y más flexibilidad en su trabajo.
Es importante que los cambios se den desde posiciones de liderazgo para que se puedan implementar políticas y prácticas que promuevan la igualdad de oportunidades y el apoyo a madres y mujeres, a los colegas hombres y al talento en general dentro de la compañía. Algunas podrían ser mayor flexibilidad laboral, guarderías, licencias de paternidad y maternidad, así como fomentar una cultura más inclusiva para todos, en la que se promueva el talento y los resultados más que el género.
Me encanta ser mamá y trabajar al mismo tiempo. Disfruto mucho desenvolverme en ambos roles y crecer como persona y profesionalmente. Sin embargo, es un hecho que existen desafíos que hay que afrontar y mientras se le sigan asignando a la mujer todos los cuidados del hogar, los hijos, la familia, los adultos mayores y hasta las mascotas, los retos serán aún mayores.
En mi caso, tuve que trabajar el sentimiento de culpa, el cansancio y la expectativa de ser perfecta y sobresalir en todo. Aunque haya trabajos híbridos, sólo podemos estar en un lugar a la vez. Adicionalmente, estar presente con mi hijo después de un largo día de trabajo o de un viaje requiere un esfuerzo adicional, pero tiene su recompensa.
También existe el desafío de darme tiempo a mí misma, a la pareja, la familia, los amigos…, ¡y el día sólo tiene 24 horas! Se requiere poder planear bien, contar con sistemas de apoyo y una gran habilidad para adaptarse al cambio de planes para asegurar el buen cuidado de los hijos.
En la industria hay avances para las mujeres que son madres, pero todavía hay muchas áreas de oportunidad. Desde luego, esto depende de la empresa en la que trabajes y de sus políticas. Después de la pandemia, creo que en varios lugares de trabajo hay más apertura y flexibilidad en los horarios y lugares de trabajo, sin embargo, esto en algunas ocasiones significa trabajar más horas.
Soy afortunada de estar en una empresa en la que contamos con beneficios y apoyos que no son muy comunes. También hay muchos grupos de mujeres y hombres que apoyan a las mujeres dentro y fuera de las empresas (como The WICT Network), que ayudan a crear comunidad, visibilizar y traer a la mesa los temas por resolver.
Para que las madres podamos seguir creciendo profesionalmente necesitamos contar con el apoyo de las empresas y que haya una legislación para lograr mayor equidad. Contar con políticas laborales flexibles y programas de desarrollo de habilidades, asignar recursos y ofrecer condiciones adecuadas que aseguren el crecimiento profesional mientras se materna.
También es necesario el apoyo con guarderías o subsidios para el cuidado de los hijos o dependientes. Compartir los roles y las responsabilidades del hogar y el cuidado de los hijos o dependientes. Contar con un sistema de apoyo que les ayude a no ser las únicas responsables y asumir toda la carga. Adicionalmente, creo que es fundamental tener acceso a programas con los que puedan desarrollar y fortalecer sus habilidades de liderazgo, la confianza en sí mismas y la capacidad de establecer límites saludables entre el trabajo y la vida personal.
Creo en la integración vida-trabajo. Llamarle “balance” implica dedicar 50 % del tiempo a cada una: esto no es realista y puede causar ansiedades y culpa. Hay momentos en los que dedicamos más tiempo a ser madres y otros a nuestra vida profesional. Me parece que es más sano estar conscientes y aceptarnos así sin juzgarnos.
“Tener una carrera que una ame no está peleado con maternar de forma cálida, cercana y presente”, María Fernanda Martínez, directora de Comunicación y Relaciones Públicas de OCESA
Los desafíos de ser mamá en esta industria son los mismos que enfrentamos las mujeres en todas las demás, aunque tengo la gran fortuna de trabajar en una empresa que me permite balancear mi carrera profesional con mi rol como mamá y compartir mi vida con un hombre maravilloso, con el que he repartido equitativamente las labores de crianza y cuidado, además de tener una red de apoyo familiar que me ha permitido enfocarme en mi trabajo cuando he tenido que hacerlo.
La crianza es un trabajo completo y complejo, y para que más mujeres puedan acceder a posiciones de liderazgo son necesarias redes de apoyo que les permitan repartir las labores en casa y poder enfocarse en sus carreras. Pensar en que alguien puede ser mamá de tiempo completo y profesionista es llevar al límite la creencia de que las mujeres no necesitan apoyo, soporte ni colaboración.
Hoy, más mujeres son abiertas en torno a cómo ejercen su maternidad mientras llevan proyectos complejísimos en esta industria y eso las hace modelos a seguir para todas las mujeres que están construyendo sus carreras.
Tener una carrera que una ame no está peleado con maternar de forma cálida, cercana y presente. Claro que tiene sus retos, pero siempre se puede desafiar lo establecido y dejar que, así como nuestra vida laboral se escurre dentro de nuestra vida personal, ésta haga lo mismo.
Lo primero es que las empresas impulsen el crecimiento de las mujeres, sean o no madres. Ahora bien, para que más mujeres que son madres se sientan cómodas al enfocarse en sus carreras se necesitan políticas que habiliten el balance entre vida y trabajo, como flexibilidad de horarios, esquemas híbridos, permitir que lleven a sus hijos a su trabajo cuando se necesite.
Pero el compromiso no debe quedarse solo en la iniciativa privada. Para que veamos a más mujeres que son madres alcanzar posiciones de liderazgo se necesitan políticas públicas que tengan las labores de cuidado al centro. Sólo así se materializará la igualdad y la equidad.