Cerrar la brecha digital de género representa una de las mayores oportunidades económicas del siglo XXI. De acuerdo con un estudio de la Fundación Cherie Blair para las Mujeres y Boston Consulting Group, si las mujeres tuvieran la misma participación que los hombres en el emprendimiento, el PIB mundial podría incrementarse en hasta 5 billones de dólares, una cifra comparable al tamaño de toda la economía japonesa.
Este dato no solo evidencia una oportunidad económica desaprovechada, sino una urgencia estructural: en países de ingreso mediano bajo, donde las mujeres son propietarias de casi la mitad de las pequeñas y medianas empresas, su acceso a servicios digitales, financiamiento y formación tecnológica sigue siendo limitado.
Un obstáculo que limita el desarrollo
Aunque las mujeres emprendedoras en América Latina, Asia y África han demostrado resiliencia y capacidad de innovación, su progreso está frenado por múltiples barreras. La más crítica es la exclusión digital: muchas no tienen acceso a Internet regular, dispositivos móviles o conocimientos técnicos, y muchas veces son blanco de violencia de género en línea.
El informe Empowered or Undermined? muestra que aquellas con acceso constante a Internet tienen 2.5 veces más probabilidades de utilizar herramientas de inteligencia artificial, lo cual puede aumentar significativamente la eficiencia y rentabilidad de sus negocios.
Medidas urgentes para desbloquear el potencial
Cerrar esta brecha requiere acción inmediata y coordinada. Entre las medidas clave se encuentran:
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Reformas legales para eliminar obstáculos que impiden a las mujeres registrar negocios sin autorización masculina y acceder a financiamiento en igualdad de condiciones.
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Políticas contra la violencia digital, incluyendo legislación específica y regulación de plataformas para prevenir acoso en línea.
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Inversión en conectividad asequible, especialmente en zonas rurales y de difícil acceso.
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Formación en habilidades digitales y nuevas tecnologías, como comercio electrónico e inteligencia artificial.
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Alianzas público-privadas que impulsen el desarrollo de programas financieros, capacitación y mentoría específicamente dirigidos a emprendedoras.
Sostenibilidad con perspectiva de género
La inclusión digital y financiera de las mujeres no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también fortalece la sostenibilidad. Las empresas lideradas por mujeres generan empleo, diversifican los mercados y promueven la resiliencia comunitaria. Además, contribuyen directamente a varios Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el ODS 5 (Igualdad de género), el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y el ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura).
Cerrar la brecha digital de género no es solo una medida justa, es una inversión inteligente. Cada paso hacia la equidad tecnológica y financiera de las mujeres es un paso hacia un futuro más próspero, sostenible e inclusivo para todos.