De los grandes retos de la producción de autos eléctricos es el uso de minerales para las baterías eléctricas y el uso de electricidad proveniente de combustibles fósiles. Toyota, consciente de esta realidad, promueve una estrategia eficiente: con los mismos materiales necesarios para una batería de un vehículo 100% eléctrico, es posible fabricar 6 híbridos conectables o hasta 90 vehículos híbridos tradicionales. “Si el objetivo es reducir emisiones, debemos encontrar soluciones que maximicen los recursos” explicó Marisol Blanco, gerente senior de Comunicaciones, Relaciones Públicas y Responsabilidad Social de Toyota Motor de México y directora de Fundación Toyota, quien detalló para PRODU Sostenible, la visión y retos de la electrificación en la compañía.
Desde su incorporación a Toyota en 2012, Marisol Blanco ha sido un pilar en la transformación y comunicación estratégica de la marca en México. Actualmente lidera iniciativas clave que conectan la visión de la compañía con un futuro sostenible y accesible. Para Marisol, la movilidad sustentable va más allá de la tecnología: el objetivo central debe ser la reducción de emisiones de CO₂ a lo largo del ciclo de vida de los vehículos.
“Además, la procedencia de la energía eléctrica representa otro desafío. Países como México dependen mayoritariamente de combustibles fósiles, lo que contradice la idea de sostenibilidad en vehículos eléctricos. Japón, por ejemplo, necesitaría 10 plantas nucleares para alimentar un parque vehicular totalmente eléctrico, lo que demuestra que el camino hacia la movilidad net zero requiere políticas públicas, innovación tecnológica e infraestructura adecuada” explica la especialista.
Prácticas sostenibles en Toyota
La compañía ha adoptado prácticas ambientales en toda su cadena de producción y distribución. Actualmente, el 40% de los distribuidores en México cuentan con paneles solares, lo que reduce significativamente su consumo energético.
En la planta de Toyota en Apaseo el Grande, Guanajuato, los avances ya son visibles. La instalación está diseñada para operar de manera eficiente, utilizando iluminación natural para hasta dos turnos completos, lo que reduce significativamente el consumo eléctrico. Además, la integración de energía solar y otros mecanismos de optimización de recursos ha colocado a esta planta como un modelo de producción sostenible.
El objetivo es replicar estas prácticas en todas las plantas de Toyota a nivel global. “Hacia 2050, cada una de nuestras instalaciones deberá operar con energía 100% limpia, eliminando por completo las emisiones de CO2 generadas por la producción” señaló Blanco.
En términos de producción, Toyota tiene como objetivo eliminar al 100% las emisiones de CO₂ y optimizar el uso del agua para 2050. En colaboración con las comunidades donde opera, la Fundación Toyota impulsa proyectos educativos y de conservación ambiental. Un ejemplo destacado es la alianza con Natura y Ecosistemas Mexicanos para proteger a los felinos en la selva lacandona, indicadores biológicos clave para medir la biodiversidad.
“En la Selva Lacandona habitan cinco de las seis especies de felinos que existen en México. Por ello, trabajamos en un proyecto en colaboración con la organización Natura y Ecosistemas Mexicanos, que nos apoya en la observación y monitoreo de estos felinos. Nuestro trabajo va más allá de la admiración que sentimos por estas especies; nos enfocamos en su conservación porque los felinos son indicadores biológicos clave de la biodiversidad del ecosistema.
La presencia y salud de estos felinos reflejan la estabilidad y riqueza del entorno donde operamos. Así, al protegerlos, también garantizamos la preservación de la biodiversidad y del ecosistema en su conjunto” enfatizó Blanco.
Destacó que este esfuerzo se suma a sus seis grandes retos, los cuales abarcan no sólo el ciclo de vida del vehículo y su fabricación, sino también la sustentabilidad de los entornos en los que trabajan “Lo que hacemos aquí en México no es un caso aislado: estos mismos principios y acciones se replican en los cientos de países donde Toyota tiene operaciones”.
Retos hacia el 2025
De cara al 2025, Toyota continuará colaborando con la nueva administración gubernamental en México para fomentar una política pública integral que acelere la transición a una movilidad más sustentable. Además, seguirá impulsando tecnologías de reciclaje, reutilización de partes y proyectos que favorezcan la conservación del entorno natural.
Para Marisol Blanco, este trabajo no solo transforma la industria automotriz, sino que sienta las bases para un futuro más equitativo y sostenible. “El legado que quiero dejar para las nuevas generaciones de mujeres es que su fuerza sea mayor que las resistencias. El camino hacia la equidad no debería ser una lucha” reflexiona.
Con miras al 2050, Toyota se compromete a liderar un cambio global que abarque toda la cadena de valor, desde la fabricación hasta la preservación de los ecosistemas. Porque, como afirma Marisol Blanco, la movilidad sostenible no es solo un destino, es un compromiso con el presente y el futuro.