La firma de abogados especializados en la protección de propiedad intelectual y derecho de entretenimiento Copyright Consulting (COCO) se ha convertido en uno de los principales promotores en llevar al tema legal los protocolos de sostenibilidad dentro de la industria audiovisual y así, en el marco del Día Internacional de la Tierra, Jennifer Robles y Óscar Ibarrola, socios de la compañía, hablaron sobre la intención de que éstos logren producciones sostenibles integrales que involucren tres elementos clave: el tema ambiental, el social y el laboral.

“Se requiere un compromiso y esfuerzo integral de todas las partes involucradas en una producción, partiendo de considerar en la línea del presupuesto a coordinadores de sostenibilidad y a las personas que implementarán el protocolo, y de ahí hacia abajo, en donde hay muchos más elementos y personas que deben incluirse. Con ello se podrá cumplir con el objetivo de reducir el impacto ambiental en la industria fílmica”, comentó Ibarrola.

El abogado destacó que la siguiente fase de protocolos ambientales a donde se está transitando no es sólo la implementación de acciones, sino a una medición, “a la famosa huella de carbono y la medición de emisiones de CO2 dentro de una producción. A medida que se implemente y se mida generará más sensibilidad, conciencia y compromiso”.

Protocolos legales

Aun cuando la intención es que se lleven a cabo las acciones desde la parte de la conciencia, para los socios de COCO es importante que estos protocolos se conviertan en una obligación jurídica: “Muchas de las producciones que se están realizando ya son verdes, pero nuestra idea es que esto se lleve al nivel legal y sea una obligación jurídica, que se vuelva imperativo conforme a la ley y la implementación sea algo tangible para que, junto a la convicción de cada persona, se vea un resultado”.

Para Robles, los puntos de partida deben ser la concientización y la educación; hacerlo a partir de charlas con los equipos de producción, en las que se les brinden pautas legales aplicables, con el fin de llegar a una sostenibilidad integral, que comprende tres elementos clave: el tema ambiental, el social y el laboral.

“Aquí también estamos hablando de otros temas importantes como la diversidad o equidad de género, porque, en la medida que se cubran estos frentes, se cumplirán los objetivos. También está la implementación de estos protocolos que tienen que ver con evitar la discriminación, el acoso laboral, el bullying, aquellas prácticas que atentan contra la integridad de cualquier persona que forme parte de una producción. Mientras se reduzcan los riesgos en cada uno de estos ámbitos se hablará de una producción integralmente sostenible”, mencionó.

Estandarizar los protocolos

Las coproducciones y la expansión de las compañías productoras permiten que, en muchos casos, las filmaciones se realicen en más de un país, de ahí que las normas en materia ambiental sean diferentes de un territorio a otro. Para Ibarrola y Robles, el criterio que ellos han elegido para perfilar estos protocolos que se busca llevar al nivel jurídico es tomar las mejores prácticas globales.

“Se adoptan esos estándares y se homologan a todo el resto de la región. Quizá un país tiene los más altos estándares para frenar el acoso laboral y otro para el tema ambiental y otro quizá el social, pero tomamos lo mejor de cada uno para unificar criterios”, explicaron.

Sin embargo, afirmaron que, por más que se busque estandarizar, habrá algunos que no se puedan implementar en otros países: “Ciertos puntos no se podrán tropicalizar, así que se buscará el mayor estándar posible para cada producción, tomando en cuenta la ubicación geográfica, los proveedores y los recursos que se tienen a la mano. No todas las producciones tendrán el mismo protocolo porque cada una cuenta con necesidades diferentes. El objetivo es alcanzar el mayor puntaje de una lista de criterios y, con ello, lograr un impacto medible”.

Finalmente, aseguraron que, ante los inminentes efectos tangibles del cambio climático, tarde o temprano se tendrán que legalizar los protocolos en sostenibilidad para las producciones, contemplando que será en los próximos seis años cuando se podría ver materializado jurídicamente y confiaron en que sean las mismas compañías las que concienticen sobre el tema mientras se legaliza.