Cámara, vestuario... ¡acción sostenible!: el poder de la industria audiovisual para vestir y contar la moda circular

En un planeta donde la moda se ha convertido en una de las industrias más contaminantes, la pantalla tiene el poder de transformar esa historia. A través de películas, series y comerciales, la industria audiovisual puede ser una aliada clave para visibilizar, normalizar y celebrar la moda sostenible. Porque sí, vestirse también es una declaración, y lo que visten los personajes en pantalla importa.

La moda es responsable de cerca del 20% del desperdicio global de agua y del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Y aunque el reciclaje textil es una de las promesas más sonadas del fast fashion, su aplicación es mínima. Según Kai Nebel, director de Investigación sobre Sostenibilidad en la Universidad de Reutlingen, “alrededor del 70% de los textiles de nueva producción están hechos de fibras sintéticas que provienen del petróleo y son difíciles de reciclar”. Este dato refleja con claridad la necesidad de romper el ciclo de consumo masivo con nuevas narrativas.

Ahí entra la industria audiovisual.

Personajes que visten con propósito

Mostrar en pantalla personajes que eligen prendas de segunda mano, vestuarios con historia o moda circular no solo enriquece las tramas, también siembra una nueva visión sobre el consumo. Comprar ropa usada, por ejemplo, puede reducir hasta en un 80% las emisiones generadas por una prenda nueva. Es un mensaje poderoso cuando se comunica desde la televisión o el cine, y aún más cuando los personajes no replican el cliché del “éxito con traje sastre”.

“No toda la gente exitosa anda en traje. Quitar esos clichés ayuda mucho. La lentejuela debería ser usada por la señora que va al súper, no solo en la alfombra roja” indica Eduardo Basurto, director creativo de la marca Todos Somos Búho. Esta idea —que la ropa no define a la persona, pero sí puede expresar autenticidad— tiene un potencial transformador cuando se incorpora a las historias que consumimos.

Eduardo Basurto, director creativo de Todos somos Búho
Eduardo Basurto, director creativo de Todos somos Búho

Una estética con ética

Búho es una de las marcas que apuesta por un estilo de vida sostenible a través del uso de materiales reutilizados y diseños atemporales. “Si te compras un vestido hoy, puedes usarlo dentro de cinco años y seguirá viéndose bien porque no obedece a ninguna tendencia”, explica Basurto. Al integrar este tipo de filosofía en el diseño de vestuario para producciones audiovisuales, se inspira a las audiencias a adoptar estilos más conscientes y personales.

La moda sostenible no tiene por qué ser aburrida ni inaccesible. El reto es mostrarla como deseable, libre de etiquetas de clase, edad o género. Y la televisión y el cine tienen los recursos creativos para lograrlo.

Una mirada crítica desde Latinoamérica

Aunque el uso de ropa de segunda mano es una solución poderosa, la realidad en muchos países de la región es compleja. En Chile, por ejemplo, toneladas de ropa usada importada desde Europa, Asia y EE UU terminan siendo incineradas ilegalmente en el desierto de Atacama por falta de infraestructura y control. El Ministerio de Medio Ambiente lo reconoció en su Estrategia de Economía Circular del Sector Textil: “La ropa usada de baja calidad es abandonada y/o incinerada en sitios no autorizados, generalmente por compradores informales”.

Por eso es clave diferenciar entre moda sostenible real y greenwashing, y aquí los medios tienen un rol esencial: informar, mostrar alternativas reales, y cuestionar los discursos de sostenibilidad vacíos.

El rol transformador de la industria audiovisual

Más allá del vestuario, la industria audiovisual puede educar, inspirar y provocar un cambio cultural profundo. Mostrar personajes auténticos, que rompen estereotipos y que visten con conciencia, puede cambiar la forma en que las personas consumen moda. La ropa también cuenta historias, y esas historias pueden mover conciencias.

“La ropa como tal no tiene un destino; puedes vestirte como desees, y eso es lo que realmente expresa tu autenticidad”, señala Basurto. Desde esa premisa, la moda en pantalla puede dejar de ser un accesorio más y convertirse en un canal de transformación.

Al final, la sostenibilidad también se viste. Y la industria audiovisual tiene el poder —y la responsabilidad— de mostrarlo.

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