El cambio climático está transformando todos los aspectos de la vida en América Latina, y el empleo no es la excepción. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la región se enfrenta a un panorama complicado, especialmente en sectores como la agricultura, la minería y el turismo, los cuales concentran un porcentaje significativo del valor agregado y el empleo. Si no se implementan políticas adecuadas de adaptación y mitigación, los efectos de este fenómeno global podrían provocar pérdidas devastadoras en el crecimiento económico y el empleo. Sin embargo, este problema no afecta solo a estos sectores tradicionales, sino que también impacta a industrias emergentes como la audiovisual, donde la producción y el empleo podrían verse gravemente perjudicados.
Las industrias audiovisuales, que están viviendo un auge en la región, también se encuentran en una posición vulnerable frente al cambio climático. Las altas temperaturas, las sequías, las tormentas y otros fenómenos extremos podrían poner en riesgo las producciones en locaciones exteriores, generando un incremento en los costos y afectando el desarrollo de proyectos. Al igual que la agricultura y el turismo, los empleos en la industria audiovisual, que ya son altamente volátiles, podrían enfrentar un mayor riesgo debido a los efectos del cambio climático.
Test de Bechdel sobre cambio climático
Curiosamente, en la intersección entre el cambio climático y la producción audiovisual, han surgido nuevas herramientas que buscan incentivar un cambio en la manera en que la industria del entretenimiento refleja la realidad climática. Inspirándose en el famoso Test de Bechdel de 1985, que medía la representación femenina en películas y series, la organización sin fines de lucro Good Energy ha lanzado recientemente la “Verificación de la realidad climática”. Esta prueba tiene como objetivo evaluar si las producciones recientes reconocen la existencia del cambio climático en sus historias, promoviendo así una mayor conciencia sobre la crisis ambiental en la pantalla.
La premisa es sencilla: para pasar la prueba, una historia debe demostrar dos cosas: “el cambio climático existe” y “un personaje lo sabe”. De esta forma, los guionistas y productores son invitados a cuestionar si sus narrativas reflejan el mundo real, donde el cambio climático es una crisis inminente. Este enfoque puede ser clave para integrar de manera orgánica la conciencia ambiental en las historias que vemos a diario y, al mismo tiempo, abordar las amenazas que enfrenta la industria audiovisual debido a la crisis climática.
Riesgos en una industria de freelancers
De acuerdo con la CEPAL, una de las principales soluciones para evitar estas pérdidas de empleo y producción radica en la implementación de políticas de desarrollo productivo, empleo y mitigación del cambio climático. Esto incluye la necesidad de aumentar la inversión, tanto pública como privada, para promover un crecimiento sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Para el sector audiovisual, esto se traduce en la implementación de medidas que fomenten la sostenibilidad dentro de las producciones, desde el uso de energías renovables en sets de filmación hasta la adopción de prácticas de economía circular.
Uno de los aspectos más críticos es la falta de acceso a sistemas de protección social para muchos trabajadores de América Latina, especialmente en sectores como el audiovisual, donde el empleo informal es común. Según la CEPAL, más del 50% de los ocupados en la región trabajan en la informalidad, lo que dificulta su inserción en programas de apoyo en caso de pérdida de empleo relacionada con los efectos del cambio climático. Además, muchos de estos trabajadores son mujeres y jóvenes, dos de los grupos más vulnerables ante los recortes laborales y la precariedad en las condiciones de trabajo.
La CEPAL subraya que es esencial mejorar las políticas de empleo y desarrollar programas que permitan la transición hacia trabajos más seguros y sostenibles. Esto también implica crear estímulos para que las empresas, incluidas las productoras audiovisuales, adopten prácticas más sostenibles y generen empleo de calidad. En este sentido, el sector audiovisual podría jugar un papel clave en la creación de una narrativa que impulse la transición hacia una economía más verde, no solo reduciendo su huella de carbono, sino también visibilizando la importancia de la sostenibilidad en sus contenidos.
Prácticas sostenibles para mitigar el impacto
Para las producciones audiovisuales, implementar prácticas sostenibles puede significar una oportunidad para adaptarse al cambio climático y, al mismo tiempo, ser pioneras en la promoción de la transición energética. Sectores como la economía circular y el uso de energías limpias son mencionados por la CEPAL como áreas de crecimiento que, si se implementan adecuadamente, podrían ayudar a mitigar las pérdidas laborales proyectadas. Las productoras de cine y televisión deben integrarse en este movimiento, invirtiendo en tecnologías y prácticas que no sólo reduzcan los impactos negativos sobre el medio ambiente, sino que también aseguren la estabilidad laboral de sus empleados.
Finalmente, el reto para América Latina es doble: mientras enfrenta la amenaza inmediata del cambio climático, también debe asegurar que sectores como el audiovisual no se vean arrasados por sus efectos. Sin un enfoque integral que incluya políticas productivas, de empleo y ambientales, el riesgo para la economía y el empleo en la región, incluyendo en las industrias