Álvaro Villar de WeWork: Ciudades de 15 minutos y movilidad sostenible en México, no es solo cómo llegamos sino a dónde llegamos

La idea de que cualquier persona pueda acceder a empleo, salud, educación, compras o recreación en un radio de no más de 15 minutos desde su hogar no es una utopía, sino un modelo urbano que ya inspira a distintas metrópolis del mundo. En México, donde los problemas de tráfico, contaminación y contingencias ambientales son cada vez más frecuentes, la propuesta cobra una relevancia inmediata.

“Para nosotros una ciudad de 15 minutos es un modelo urbano donde no tardes más de 15 minutos en llegar a servicios esenciales. No es una apuesta individual, es una apuesta por la descentralización, por la proximidad y la sostenibilidad. Es un esfuerzo conjunto para impactar positivamente la vida de las personas y la movilidad de las ciudades”, afirmó Álvaro Villar, Head de Ventas de Hispanoamérica en WeWork, en entrevista con PRODU Sostenible.

Movilidad urbana bajo presión

Los datos confirman la urgencia: el 42% de los trabajadores mexicanos recorre entre 10 y 50 kilómetros diarios para llegar a sus empleos, mientras que apenas un 31% vive a menos de 10 km de su oficina. “Somos muy pocos los afortunados que podemos ir a un centro de trabajo que nos quede relativamente cerca”, advirtió Villar.

El impacto es aún mayor si se considera que casi la mitad de esos trayectos se realiza en automóvil. “Eso significa muchísimo impacto, no solo ambiental, también en tiempo, satisfacción laboral y personal. Hay un montón de implicaciones que creo que son interesantes”, agregó.

Flexibilidad como motor de cambio

En este contexto, la movilidad sostenible no se limita a cómo nos transportamos, sino también a dónde llegamos. Para WeWork, la posibilidad de trabajar más cerca del hogar es una herramienta concreta para mejorar la calidad de vida y reducir la presión sobre la infraestructura urbana.

“Si hoy no es el día correcto para ir a Reforma o a Polanco, puedes trabajar desde Coyoacán o desde Mítica. Esa flexibilidad es parte del core de nuestro negocio, no una reacción al momento. Es una prestación incluida para todos nuestros miembros”, explicó Villar.

El modelo resulta especialmente útil en jornadas con contingencia ambiental o lluvias torrenciales, cuando la movilidad en la Ciudad de México se complica. “Esto no es un costo extra, es una prestación más. Queremos ofrecerla a todas las empresas porque tiene un impacto directo en la movilidad de nuestras ciudades y en la vida de las personas”, apuntó.

El auge del modelo híbrido y la descentralización

La transición hacia el trabajo híbrido refuerza esta tendencia. En 2019, solo 11% de los empleados en México trabajaba bajo un esquema híbrido; hoy, esa cifra asciende a 65%, de acuerdo con WeWork.

“De manera natural y por las circunstancias que han pasado a nivel mundial, hemos migrado a un modelo híbrido en el que damos mayor flexibilidad y poder de decisión al colaborador. Eso tiene un impacto positivo en su bienestar y también en el medio ambiente: cuántos coches estamos dejando de usar al dar esos dos o tres días de flexibilidad”, destacó Villar.

Además de la reducción en emisiones y traslados, la flexibilidad contribuye a la retención de talento. “Cuando un negocio es consciente con su entorno, es mucho más fácil que los colaboradores lo valoren. No solo me estás mejorando la vida, también estás impactando positivamente el entorno en el que vivo”, afirmó.

Una oportunidad para México y Latinoamérica

Ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey tienen el potencial de adoptar el modelo de ciudades de 15 minutos y avanzar hacia una movilidad más sostenible. Espacios de trabajo flexibles como los de WeWork se perfilan como aliados clave para enfrentar la crisis de movilidad en la región.

“Creo que más que ser un gasto, es una inversión. Es una decisión corporativa: ¿cuánto quiero ofrecer esa flexibilidad a mis colaboradores y cuánto quiero impactar positivamente en la movilidad y en la contaminación de mi ciudad? Eso es lo que está en juego”, concluyó Villar.

En este sentido, acercar el empleo al hogar no es solo una respuesta a lluvias, contingencias o tráfico: es una apuesta por ciudades más humanas, resilientes y sostenibles, donde la movilidad no se mida únicamente en kilómetros recorridos, sino en la calidad del destino al que llegamos.

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