El Observatorio Igualdad Audiovisual de Perspectiva de Género en el Cine Argentino (OIA https://igualdadaudiovisual.com.ar/inicio/), nacido en 2017 al calor de los colectivos surgidos tras el Ni una menos, investiga no solo las desigualdades en el ámbito laboral cinematográfico sino también las narrativas que perpetúan esas disparidades. Es una característica que diferencia al Observatorio argentino de otros de la región y del mundo.

“En 2017, dentro de nuestro ámbito del audiovisual, se discutía respecto de las desigualdades delante y detrás de cámaras, desigualdades que en ese momento desconocíamos, ya que no había números oficiales. La primera necesidad fue la de conocer qué pasaba en el ámbito laboral y luego, asociado a ello, las narrativas que continúan estas desigualdades” dijo la actriz y guionista Celina Font, una de las fundadoras del OIA.

Así fue que el Observatorio comenzó revelar información cuantitativa y cualitativa de las diez películas cinematográficas argentinas más vistas en el país en un año calendario.

“Con este corte también buscábamos observar qué es lo que apoya mayormente la industria, porque por lo general las películas más vistas suelen ser las más grandes o con mayor apoyo privado (…) Las narraciones de estas películas son las que tienen más posibilidades de ser reproducidas y, de esa forma, repetir un montón de otras cosas respecto del género” explicó la directora, guionista y productora Sabrina Farji apuntó, otra de las fundadoras del OIA.

Ampliación del proyecto

El relevamiento llegó hasta 2020, año en el que el confinamiento sanitario frenó los estrenos cinematográficos. Sin embargo, el trabajo continuó. El año pasado, gracias a los fondos de un programa de mecenazgo, el Observatorio lanzó su página web. En este momento, está buscando financiación para darle continuidad al proyecto y sumar el relevamiento de películas y series en plataformas.

“Producto de los cambios postpandemia en la industria, como el estreno de películas cinematográficas primero en plataformas, comenzamos a reformular el corpus. Además, queremos trabajar con los contenidos de las plataformas para analizar también las series y no quedarnos solo en el universo de las películas. Son todos desafíos que nos ayudan a repensar el proyecto” apuntó Font.

Triada clave: guión, dirección y producción

El relevamiento que hace el OIA implica un arduo trabajo de visualización y escucha que se vuelca en un informe que, a su vez, es chequeado por una nueva visualización para aunar criterios.

El OIA, que incluso se ocupa de capacitar visualizadoras, contabiliza cuántas mujeres trabajan en cine y qué puestos ocupan. Pero también analiza cómo esos roles, especialmente los encargados del guion, la producción y la dirección, impactan en los contenidos.

Por ejemplo, según datos de 2019, el porcentaje directoras de cine fue de apenas el 8%, el de guionistas el 19% y el de productoras el 25%. Delante de cámara se mantiene la desigualdad: las mujeres han sido protagonistas en solo el 33% de las películas analizadas ese año.

Farji y Font explicaron que “la tríada” (guionista, directora y productora) es la que tiene la capacidad de generar cambios en los contenidos, ya que la participación de mujeres delante y detrás de cámaras cambia en la forma de contar las historias.

“Quienes ocupan puestos estratégicos inciden cómo se representan las mujeres, los varones y las diversidades, por dónde pasa la historia y de quién es el cuento. En muchas películas donde la protagonista es una mujer, el análisis termina revelando que en realidad es una coprotagonista que acompaña a otro personaje, que por lo general es masculino” ejemplificó Farji.

“Como actriz puedo decir que cuando hay mujeres en la dirección, hay personajes más complejos. Estamos acostumbrados a ver películas con personajes varones complejos, con muchas capas de construcción. Pero hay pocos personajes femeninos complejos. Por lo general los personajes femeninos son treintañeras, mujeres blancas, de determinado extracto socioambiental. No se encuentran personajes femeninos oscuros reales, no se encuentra la diversidad que sí se encuentra en los personajes masculinos. La mirada femenina trae riqueza” dijo Font.

Estereotipos

Asimismo, el análisis de las tramas muestra que los personajes femeninos, comparados con los masculinos, son representados con edades más jóvenes, delgados y de mediana estatura, están en más escenas de sexo y son los encargados de cuidar a los hijos, entre otras representaciones.

Farji y Font subrayaron la necesidad de visibilizar estas situaciones naturalizadas y personajes estereotipados con el fin promover la construcción de nuevos paradigmas.