“La sostenibilidad no es una moda, estamos ante un cambio de paradigma, un cambio incluso de modelo económico que no es sólo del audiovisual, sino de todos los sectores […] Pero el audiovisual siempre ha sido una industria puntera e innovadora y con capacidad para generar cambios, y podría liderar este cambio [hacia la sostenibilidad]”, comentó Andrés.
Los contenidos tienen una alta capacidad de modelar conductas y valores. Son medios ideales para presentar personajes con modos de vida sostenibles, sin necesidad de que sea el tema de la obra y sin afectar la creatividad. Tienen más alcance y potencia que los datos concretos que vienen difundiéndose desde hace más de dos décadas.
Sector contraintuitivo
La producción audiovisual –aunque no es de las industrias más contaminantes– consume gran cantidad de bienes, entre ellos transporte y electricidad, dos de las actividades de mayor impacto en el medio ambiente.
Para iniciarse en el camino del cambio, Andrés recomienda comenzar por trazar un plan de sostenibilidad y llevarlo a cabo con la misma seriedad con la que se lleva adelante cualquier otro plan de la empresa. Pero, sobre todo, es necesario contar con conocimiento experto.
“La sostenibilidad es un sector un poco contraintuitivo. A veces parece que haciendo una cosa estamos reduciendo nuestros impactos y no siempre es tan evidente. Entonces necesitamos no creernos que lo podemos hacer de cualquier manera. Hay muchísimos métodos, guías de buenas prácticas y estándares certificados que nos pueden guiar”, sostuvo Andrés.
Inversión y ahorro
Producir de manera sostenible requiere una inversión inicial, pero también deriva en ahorros. “A veces hay que contratar a un proveedor que es un poco más caro, pero hay muchas cosas que son directamente conductuales, como que los equipos compartan sus vehículos y otras cosas que no exigen dinero para poder hacerlas”, concluyó Andrés.